"Por una conspiración de hombres impíos, Luis XVI, Rey Cristianísimo, ha sido condenado a muerte, y la sentencia se ha cumplido.
Pero qué tipo de sentencia fue esta, y con qué razón fue aprobada, llamaremos brevemente vuestra atención: fue realizada sin autoridad y sin ley por la Convención Nacional. Cuando había sido abolido la forma más excelente, el Régimen Monárquico, la Convención puso todo el poder público a disposición del Pueblo, que no se rige por ningún motivo o consejo; que no percibe distinción de cosas; quien juzga pocas cosas por la verdad, y muchas por la opinión; quien es inconstante y fácil de engañar y conducir a cualquier deprevación; ingrato, arrogante y cruel; quien se regocija en sangre humana, en matanzas y en funerales; y quien está lleno de placer por los dolores de los moribundos, tal como se vio en los anfiteatros de los antiguos."
S.S. el Papa Pío VI, Quare Lacrymae
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